"Vas a morir" de José Gabriel Sandoval Carbajal

05.09.2021

Aún temerosa, deja a sus padres en casa, una aventura se dice, faltan más de seis meses para la boda con Arturo, la lluvia en la calle, adiós papi, adiós mami. Sí, voy en camino, no tardes preciosa, me haces reír: si me arrepiento me doy la vuelta; te espero en la habitación.

La caña avanza y da una tercera vuelta por la avenida llena de agua, la música está en volumen alto, se levanta el portón del garaje, habitación 405, subió temblando, huele a café, pero tienes esposa, somos amigos, me tiembla el sexo, eres tan suave, sus lenguas se enredan, el colchón conoce de cuerpos, los pelos de su mentón raspan mi cuello, pero tu esposa, tus hijos, tus padres, mi novio, tus amantes, solo queda el sudor.

Cuando tomo café en este verano sudo como si hubiera hecho el amor y te recuerdo.

Una noche de karaoke con una pareja de amigos que tuvieron la idea de llevar a un amigo para presentarme, te presento a Ricardo, dijo uno, tenía más de cincuenta. Fue automático todo, nos caímos en gracia, todo funcionó, en algún momento quedamos a solas en una de las salas del local, el rock, los chilcanos, los besos, risas, un taxi, un hotel, una aventura previa, el adiós a la soltería.

La máquina avanza y da una segunda vuelta por la avenida anegada por la lluvia, el cielo truena por ratos en Piura, la música va alta, se abre el garaje, habitación 301, subió temblando, pero tienes ganas, muchas ganas de mí, mi cuerpo te ha extrañado, ya hace más de mes y medio de remordimientos y de disimular que no me gustó lo que me gustó, lo hacemos mejor, lo corto parece largo, lo largo parece corto, todo parece perfecto y vives entre mi caderas y yo vivo bajoencimatrasdelantetuyo, pero tienes familia y mi novio vino el fin de semana pasado.

Arturo es mi enamorado desde la universidad y, tras rupturas y reconciliaciones, me pareció que era el indicado. Ya estoy cerca de los treinta y con lo buenos amigos que somos y aguanta mi carácter. Es guapo y está trabajando hace más de un año por Lima, de seguro también se está despidiendo de su soltería.

El vehículo avanza y da una vuelta por la avenida destruida por las lluvias, hay una garua persistente, la música, el garaje, habitación 202, subo rauda, solo pasó una semana y deseo de ti, tomo café mañana, tarde y noche para que mi cuerpo sude tus recuerdos, entro a la habitación, voy desnuda y saliendo de la ducha, te quiero, somos amigos, no te vas a enamorar, también tengo pareja, que sea nuestra última vez. No: fuiste salvaje mujer, me hiciste daño, no debieras ser tan tosco, pero te quiero distinto sin ser amor y un poco más que amistad, te deseo que no termine y otra vez bajoencimatrasdelantemio, es solo un polvo, somos amigos. En realidad, te amo, dejaría a mi mujer y mis hijos ya están mayores.

Me llamó, lloramos, lo amenacé, me dijo que se mataría, me pidió una última vez, tengo miedo, no sé si quiero boda o si quiero mandar todo a la mierda: mi trabajo y todo e irme a vivir a otro lado.

Un automóvil avanza bajo una lluvia intensa me recoges estacionas en un descampado en la noche no sé si te quiero ni cuánto te quiero ni para qué te quiero bésame tócame tómame amiga amante coito te quiero mujer tu sexo nuestro cuerpo jadeo transpiras decir adiós te deseo tengo que irme viene alguien es Arturo no tengas miedo no lo golpees así está en el suelo lo has matado te quiero no está muerto sudar esta locura acelera no pares la policía no me grites un revolver dispara me matas me entierras la vida se vive no llores ten calma ya pasó te quiero último aliento no imaginas cuán buenos o malos somos personas y queremos a todos a todas no has muerto la besa sudor jadeo está fría la vida la lluvia oh dios la policía diles que me quieres bajoencimatrasdelantenuestro te deseo morir café.

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Imagen: Obra del pintor Ciro Marra (Roma / Barcelona)