"Tranquilidad" de Jesús Sanz Perrón

29.08.2021

Está uno descansando, tranquilo, en medio de este ferragosto infernal, dispuesto a no leer, no ver TVs, haciéndose el tonto (más aún), pero claro, uno no puede evitar oír y -sobre todo- escuchar ciertas cosas que le hacen a uno interrumpir su descanso para preguntarse qué le pasa a este País, qué pecado hemos cometido, quién nos ha condenado a esta maldición de la que, al parecer, no podemos librarnos de ninguna manera. Después de un año sin vivir en mí -que diría la otra- arrastrando una convalecencia tranquila pero lenta -demasiado lenta para mi gusto-, repuesto al cabo mal que bien, me escapo de la ciudad y me refugio en el campo. Y busco la tranquilidad: un frugal desayuno por la mañana en el bar del pueblo; almuerzo a una hora temprana; siesta con pijama, orinal, etcétera, como recomendaba nuestro último premio Nobel; escribir a ratos, leer a ratos también, hacer alguna chapuza para lo mismo, pasear pero no mucho, me canso, me asfixio, me pesan los años. Y poco más: cenar por último y después tumbarme en la tumbona (con cacofonía incluida) y ponerme a escudriñar las estrellas, ente todo mi preferida, la Osa Mayor. Y lo paso bien, estoy a punto de descubrir una nueva galaxia, quiero ir más allá, penetrar en el fondo del universo, en lo insondable, pero inútilmente, me da miedo mi miedo. Y al fin me quedo dormido, soñando y disfrutando en el sueño. Y, ya despierto, queriendo acordarme de lo soñado pero sólo me salen pesadillas, tal que noticias de medio pelo aventadas por eruditos a la violeta, que a la vez se atreven a preguntar con infinita soberbia y altivez que "qué se ha creído usted", que "no sabe usted con quién está hablando", todo sin respuesta, hasta ahí podíamos llegar, no vaya a ser que usted es un desafecto o un sospechoso ¿de qué? Ah¡ Eso se lo aclararemos a su debido tiempo. Así que me resigno, qué remedio, a ver si mañana o pasado mañana sueño con más gana. Ya veremos. Ah! me olvidaba lo más importante: Me he prohibido terminantemente la lectura de todo periódico. Uff qué calor!! Ah, esta noche me toca escuchar Réquiem, de Mozart.

••••••••••

Imagen: Obra del pintor Ciro Marra (Roma / Barcelona)