"S. XXI. Romanza de amor y de... pendencia" de Juan Fernando Ruiz Claver

08.08.2021

Reposo el pie desnudo sobre la gélida baldosa, aún confuso entre dos mundos atrapado, consciente de no tener a nadie al lado, lo cual pesa en mí como una losa.

Mis dedos se dirigen displicentes, a sofocar picores urticantes... hora la oreja, hora la frente, hurgo otras zonas y, de repente, ¡albricias!, palpo miembros prominentes que despiertan enhiestos y colgantes.

¿Habré soñado, me cuestiono inquieto, con alguna cita sórdida, indecente, repleta de marmóreos glúteos prietos, labios dulces e incitantes, senos redondos y turgentes, culminado todo aquello finalmente con un "geiser" de fluidos desbordantes?

Frente al cristal de un sucio espejo repaso mi silueta con esmero: arrugas, pocos dientes, (algún grano pajero), tez cetrina y un antojo con forma de galleta, conforman mi perfil barriobajero.

¿Habrá alguien, me pregunto entonces, que vea en mí "la beta en una mina", que soy un partidazo, un bombón de crema, un caballero, y quiera (por supuesto sin mediar dinero) que le pegue un buen un abrazo, o deje que le arrime la sardina?...Ya sé que soy burdo y grosero, y que mis expresiones no son finas; al fin y al cabo, me he criado en un granero, echando de comer a las gallinas...

Bajo el agua tibia de la grata ducha oigo rugir mis tripas impacientes con fiereza, pidiendo a gritos un café caliente, con su leche, dos de azúcar, mandarinas y un par de tostadas ungidas con sirope de cereza. Reparo en observar mi barriga prominente, y me reconcome una atroz certeza; compiten lo irreal y lo coherente, pelean la ansiedad y mi cabeza... ¡A la mierda: a esta rebanada voy, y le hinco el diente!... (Y puede que después, llame a mi gente y quedemos a tomar unas cervezas).

Luego de saciar mi gula vespertina, te miro y comprendo al instante que, pese a ser tan fría, tan distante, juntos compartimos las cosas triviales y divinas: un mensaje, que Fulano de Tal tiene una amante, que Bisbal se quitó la permanente, aquel señor, que desapareció al doblar la esquina...suena un vals, después un "popero" desafina...así, invitas a mi cuerpo sandunguero a bailar melodías refrescantes. Mas, por dios, ahora que me tiro a la piscina, punta - tacón, punta - tacón, derecha "alante", has de pinchar mejor... ¡Atina: no me pongas al llorón de Bustamante!...

Te hago mil preguntas, ignorante, por tener de aquello trascendente el mayor conocimiento. Quiero saber cuánto vive un elefante, a qué edad perdemos nuestros dientes, ¿las Azúcar Moreno siguen juntas?, ¿Quién escribió La Divina Comedia...fue un tal Dante?...Tú me contestas al momento, no titubeas ni un instante, te sobran claro está conocimientos, mas pecas en exceso de pedante.

Pasas de lo humano y lo divino; tu imagen hierática, tu tez férrea, tus conexiones, indican que, por más que yo lo intento, mis cuestiones, te importan, en principio, un pepino; o, hablando en roman paladino: ¡Que mis dudas te sudan los cojones!

Hemos de mantener las relaciones, pues vivir sin ti sería insoportable. Aprenderé a controlar mis emociones, a ser discreta, paciente y más amable. A disfrutar de tus cursis citas, de tus ridículas canciones; a valorar que, aunque arrastre los talo no es, ahora no me enredo con el cable...

Con lo del tiempo eres canela fina, certera, cual bruja que consulta su balón esférico; predices lluvias en el sistema Ibérico, superando al mismísimo Mariano Medina. Harto estoy de oírte hablar de meridianos, de tornados que afectarán con virulencia... "Para hoy tiempo seco y soleado, salvo algunas precipitaciones por Valencia"...

¿No será que quieres "distraetme", "llevatme" la contraria, "despistatme"?... ¿Acaso solo buscas "confunditme", "contatme" tus mentiras, "abrumatme"?... ¿Es tu intención "soliviantatme", "ponetme" de los nervios, "ofendetme"?.... Sé que nada gano al "excitatme" ¡mas, ganas me dan de dispararte con un Cetme!

Lejos queda lo de estar tranquilo, y tengo algún ataque de epilepsia, me hundo en fobias, pierdo muchos kilos, sumido en la bulimia o la anorexia. A tiempo debería de plantearme, a fin de ir aceptando tu presencia, un curso de terapia al que apuntarme; yoga quizás, tal vez papiroflexia... o algo que consiga relajarme.

Tiro la toalla, abdico, pues no entiendo mi existencia; (con lo a gusto que estaba yo "solico"), por última vez te imploro, te suplico:
¡PARA DE UNA PUTA VEZ, "ALEXIA"!

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Imagen: Autor, CIRO MARRA