"Reflejos" de Desirée Resa Tébar

18.10.2021

El espejo llora frente a ti, con cada lágrima te va difuminando hasta conseguir esfumar tu rostro de él. Todo se vuelve opaco, una translucidez te acorrala, te invade, con el único fin de asediarte y languidecerte. En medio del denso silencio, solo se escucha el estremecedor aliento de tu miedo, está cansado de luchar y vencer, de librar batallas que nunca tienen fin y que fácilmente se pueden ver reflejadas en cada una de las trizas de tu piel.

Sabes que desdibujar el sello de sus huellas en ti, es como mitigar la erupción de un cráter a punto de surgir, como el ave fénix que algún día resurgió para recomponer su imperio. Como cruzar los siete mares a nado, o simplemente, como pedirle a la luna que un día deje de brillar, aunque sea sin luz propia.

De repente y abstrayéndote de todos tus pensamientos, el espejo se rompe; en cada pedazo de él quedan reflejadas todas y cada una de las escenas que te ha visto protagonizar cuando, en realidad, solo eras la marioneta de la historia. Refleja todos los llantos, humillaciones y falsos arrepentimientos interpretados.

A partir de ahora el espejo nunca más podrá volver a llorarte en cada última oportunidad que le brindaste a tu director de cine, ya no quedan butacas vacías esperando a que acabe la función. El telón se ha cerrado, para nunca más abrirse. Esta vez no hay lágrimas, no hay lugar para ellas.
Alrededor de tus pies descansan los mil pedazos del espejo y en cada uno de ellos florece una pequeña estrella convirtiéndote en la constelación más hermosa jamás vista. Difundiéndote destellos de vida por cada cicatriz de guerra, invadiéndote de libertad y de nuevos porvenires que harán de ti a la mujer luchadora y valiente que un día quisieron aniquilar.

••••••••••

Imagen: Obra del pintor Ciro Marra (Roma / Barcelona)