"Querido yo", de Dèsi Tébar

22.05.2019

Querida amiga, soy yo de nuevo

Te envío esta carta para contarte que ayer te vi en una discoteca. Tu novio parecía estar pasándolo muy bien, pero ¿y tú? ¿te divertías?

Esta mañana he visto un tatuaje nuevo en tu antebrazo. Sé que intentas ocultarlo bajo tu ropa y maquillaje, pero no te engañes ¿Por qué permites que sea tu tatuador?

Anoche mientras tus lágrimas te silenciaban oí tus latidos. Tenían hambre y sueño. Estaban muy cansados, pero aún así bailaban a su ritmo. Vi que, atravesando la oscuridad y la lluvia, te asomaste a la ventana. Miraste a través del cristal. Y justo ahí, el mundo se detuvo. Saliste de escena. Dejaste de ser la protagonista para solo ser un espectador más de tu idílico, soñado e iluminado cuento de hadas.

¿Por qué? ¿Qué te encontraste? ¿Eso es lo que quieres para ti? Despertaste y volviste a tu cruda realidad y sinceramente no debería ser así. No dejes que el humo de tu cigarro se mezcle con la espesa niebla de la habitación. Porque, entonces, las oscuras y pequeñas paredes te arrinconarán cada vez más.

Sé, también, que con cada grito te hiciste más sumisa y cada insulto te hizo temblar como si en el epicentro de un huracán te hallaras. Provocando que tus alas se mojaran por la lluvia, desfalleciendo y languideciéndose, impidiéndote alzar el vuelo.

Lucha contra ello, querida amiga. Sé tus propias alas, vuelta alto, surca las nubes de tormenta, atraviesa la lluvia y verás el sol más radiante y cálido que nunca. Allí estaré yo, aquí he estado siempre yo, dentro de ti, aunque sus mordazas me callaran a mí también. Busca en ti, en mí, te estoy esperando e irradiando rayos de calor, aunque aún no puedas verlos. Busca el espejo más cercano destapa todos tus miedos, sonríele a la vida y camina, porque solo caminando se vive y vida es justamente lo que habita en ti, en mí.