“¡Los que fuimos!” de José Luis Pulido Romero

04.03.2021

Aún pienso en esos días que obligados por las tareas de casa, escuela, campo, familia, etc. esos pequeños nenes nos uníamos cerca del arroyo, para después hacer lo mínimo: caminábamos hacia la solana del Chaparral. Unos, con la espada de madera, hecha en la carpintería del amigo Paquito, otros con "cañañejas". Allí hacíamos el símil de nuestra batalla romana y, sin querer, dejábamos escapar un poco de la frustración de vernos a nosotros mismos, tan parecidos, con esa poca ansia que nos hacía tan iguales.

La siesta calentaba y nuestro juego bélico pasaba con más alegría que dolor, aunque nos dábamos buenos palos. Nos sentíamos fuertes ante nuestro ficticio enemigo a fuerza de sentir el dolor, a fuerza de dejar de sentirlo también. Así eran muchos días de la época en la que no se pensaba en muchas más cosas. Corrían los años 60 y 70.

No sabíamos casi que terminaba una época de felicidad, No sabíamos el por qué de muchas cosas, no se pensaba. Solo éramos capaces de buscarnos día a día; no sabíamos de otras formas de vida que después llegaron. Jamás se nos pasó por la cabeza creer que ya no estarían allí: un día Periquín, otro Viruta, otro Regino, Julio, Antoñín... y de ellas; de las nenas... éstas están dentro aún, su aroma no se va.

¡¡¡ Los que fuimos!!!

Aún estamos en ese viento, esa brisa tras las encinas, donde elegíamos qué nido observar y lo hacíamos como premio a la tarea del juego; sacábamos pecho !...." ese, lo vi yo"! Y sentíamos placer al pensar en la reacción del amigo que ese día ya no pudo venir.

¡¡¡Los que fuimos!!!

Nenes del pueblo de esa zona de Sierra Morena que hoy es admirada por foráneos. Nosotros la disfrutábamos en esa época, sin saber de su valor; éramos dueños de la mayor extensión de sueños que se podía pensar, todo era para ¡¡¡Los que fuimos!! Aquella era nuestra ilusión interminable y el alma de nuestras vidas; que hoy añoramos con más fuerza que nunca.

Va por todos ésos... y por ésas que nos llamamos ¡¡¡Los que fuimos!!!.