"Feria de muestras (Dopo la Rivoluzione)", de Julio Astray

31.05.2019

I

Stiopa, mosqueado, mira fijamente algo (o a alguien) por encima del mostrador del Stand "Chinchulines al pesto" (Argentina). A su izquierda, haciéndose el sueco entre la maraña de espectadores, su camarada Petia, se zampa unos canapés en el chiringuito "El Cus-Cus de Moravia" (Marruecos). 

Llegaron allí desde Vladivostok, pero esa es otra historia. 

II


En la catedral de Vladimir se celebraban las exequias fúnebres por el Gran Duque Sergio Románov, R.I.P.
 La bomba había explotado al paso de la carroza del Gran Duque cuando éste se dirigía al Bolshói a escuchar "La Traviata"... pobriño. Sus cachitos decoraron las paredes del Kremlin creando un mosaico multicolor: protoexpresionismo abstracto. (En la actualidad, embalsamados, se muestran a los turistas, el típico parque temático, ya sabéis). 

En La Fortaleza de Shlisselburg, Oblast de San Petersburgo, el compañero Iván Kalyayev colgaba de una soga... Salud. 

III


Stiopa, absorto en sus observaciones, no controla a una japonesa rubia, que moja la sopa en una cazuela de "chinchulines al pesto". (¿Quién va a sospechar de una japonesa rubia, coño?)
Con el paso de los minutos, Stiopa se tranquiliza, se relaja, pasa de todo. Tiene un hambre de carallo y a una morenaza de pelo lacio, muy, muy...sugestiva, a su lado. Pica unos chinchulines y hace un guiño a la morena. En ese momento, la rubia oriental, que es agente de la Ojrana, ¡Zas!... se tira a él, lo trinca y a la kátorga. 

Petia desde su sitio en el Stand del Cus-Cus, al ver la jugada, subrepticiamente, hace mutis por el foro hurgándose los dientes con la uña del dedo meñique, uña que cuida con esmero para tales menesteres (y para otros que no viene al caso comentar). 

IV


Han pasado los años. Stiopa vende chuches con un carrito a la salida de los colegios. Petia, es el representante oficial de "la nouvelle cuisine soviétique" en el Stand "El esturión socialista". Tiene la pechera del uniforme llena de medallas y condecoraciones. 

Stiopa y Petia se encuentran en el mismo sitio (aggiornato, naturalmente), junto a los mismos Stands y a la misma hora. También están la japonesa rubia (actualmente agente del KGB en paro) y la morena de pelo lacio (como antes, agente de sí misma), mirando de qué lado sopla el viento.
Stiopa se dirige a Petia, que también ahora trata de hacerse el sueco, pero esta vez con él. Lo coge por la solapa del uniforme. Clava su mirada abisal en los ojos empapados en coñac del otro y le suelta: 

- "Nosotros matamos a los más intrépidos de entre ellos. 

Ellos mataron a los más intrépidos de los nuestros. No quedan más que los funcionarios y la estupidez".

V


- " ¡Nubes, gominolas, chicles, pan de azúcar!... ¡Nubes, gominolas, chicles, pan de azúcar!...". A los lejos suena la Internacional