"Estela" de Manuel Tejeda Enríquez

20.09.2021

Extrañar es querer encontrarte, y te extraño. Tal vez te encuentre en la profundidad de algún recuerdo, en esos en los que me pierdo a veces, y otras veces adonde ya no te encuentro, pero quizá es porque debo ir más profundo, para encontrarte y saber de tí. Y es que te borras, te borras y no puedo permitírtelo, no sin mí.

Desde la lancha y mirando hacia atrás puedes ver la estela, esa que tanto te gustaba, te recuerdo mirándola y sosteniendo tu sombrero para que no se lo llevara el viento; yo nunca vi las cosas como las veías tú, hasta que te fuiste. Ahora entiendo tu mirada curiosa, que se perdía en cualquier movimiento, sea el del pájaro o el del árbol y su sombra, ahora entiendo que te bajaras descalza aun cuando las piedras cortan, ahora entiendo, justo cuando ya no estás, pero ni en recuerdo te puedo mantener porque te aferras a ser como la estela, larga y violenta, pero finita. Desapareces.

Cuando mi memoria me lo permite puedo verte, muy apenas y por momentos, pero ya no puedo recordar tu rostro, ahora solo son tus manos, o tus pies, ahora eres un rostro familiar muy confuso, y ya no sé dibujarte, si acaso una silueta, una que veo mirando la estela, sosteniendo su sombrero, y tal vez aferrándose para que el viento tampoco se la lleve a ella. Pero te vas. Y te extraño porque extrañar es querer encontrarte, y sigo saliendo en la lancha en búsqueda de tu rostro bien dibujado, del color de tu mirada, o de tu voz en algún eco de la sierra, ahora le hablo a los arboles porque tal vez ahí estén tus oídos, y miro la estela, buscando eso que tú siempre viste, y tal vez eso me lleve a ti. Trato de mirar como tu mirabas, y de bajarme descalzo a lugares donde no lo haría, trato de buscarte en tus gestos porque tal vez aun queden retazos, muy escondidos, pero no he podido encontrarte.

Quizá no estés en tierra ni en cielo. Tal vez en la profundidad te encuentre, hondo, muy abajo, allá donde tu sombrero está por esa vez en que el viento sí te lo pudo tumbar. Las estelas me han traído a un lugar donde casi puedo escucharte, solo hace falta hundirme en mis recuerdos un poco más, jalado de dos piedras amarradas a mis pies tal vez te encuentre, hondo muy hondo, en donde sé que te encontraré, para perderme contigo y convertirme en estela...

••••••••••

Imagen: Obra del pintor Ciro Marra (Roma / Barcelona)