Entrevista con Javier Cámara, pintor:"El arte es visceral, esperanzador y real"

15.06.2021

El pintor vasco Javier Cámara ha donado los derechos de reproducción de una obra suya como imagen del Premio Café Español 2020. Esa imagen, reproducida en papel grabado de alta calidad, será el trofeo físico del Premio, como hemos hecho en las ediciones anteriores. También será el motivo principal en la portada del libro que recogerá relatos participantes.
En 2018 fue el pintor Miguel Ángel Guerreiro (Argentina / España) quien animó y comenzó esta combinación de literatura y pintura, y en 2019 le siguió Pepe Carretero (Tomelloso, Ciudad Real). En 2020, Javier Cámara. Y los tres con la misma generosidad, que la literatura y el Premio Café Español les agradecen con toda intensidad.

  • No creo en los sitios ni en las nacionalidades como sello de nada
  • El trazo es la clave de mi estilo
  • En mi pintura figurativa, el cuerpo es la verdadera esencia de mí mismo
  • El arte es un momento congelado en el tiempo
  • A Javier Cámara (Bilbao, 1973) le gusta usar en otoño chaleco, chaqueta y corbata; la vestimenta no le preocupa, pero sabe que le define. Da igual el nombre de su estilo: es detallista, coherente, cómodo y constante. Si le miras a través del lienzo, también lo parece: la figura humana como protagonista, el universo como referencia o la mezcla de color peleando por cada milímetro propio, dibujando sin guerras el espacio más sugerido que real, más civilizado que competitivo.

    El pintor parece habitar en una academia de civilizaciones, pero se enfrenta al mundo de la pintura con el brío del carboncillo sobre papel de envolver como si fuese una piel de toro, o divide el mundo de un cuadro en espacios con luz propia que, conviviendo, crean una estampa vital diferente en cada obra. A veces vive la ficción con una fuerza que parece incontenida, hija de los sentimientos,

    Hace suya la idea de que hay que ver mundo para comprender, no solo aprender, y en algún momento rememora vidas pasadas que hizo suyas como modelo y sostén.

    -Viajar. Te declaras cosmopolita. ¿Nacer en Bilbao no le ha puesto sello vasco a tu obra?

    Si, me considero cosmopolita, creo que la vida ya es bastante limitante como para ponerse más límites, Nacer en Bilbao es algo meramente circunstancial: no creo en los sitios ni en las nacionalidades como sello de nada; creo en las personas.

    -¿Cuál es la palabra que mejor define la pintura que se hace en Euskadi?

    La fuerza del pueblo vasco es bien conocida; incluso ha jugado en muchas ocasiones un papel que no le representaba. Esa fuerza la ha llevado al terreno de la experimentación y con valentía en todos sus estilos artísticos. No tengo mucho tiempo para seguirla más a fondo, pero hay ejemplos, como Juan Carranza, un gran amigo, cuya obra sigo con mucho interés.

    -Te propongo que, desde la perspectiva de tu obra, nos digas qué te sugieren las siguientes palabras: Trazo

    Es el registro que intento individualizar, conseguirlo como clave de un estilo, el mío propio.

    -Fuerza

    La fuerza como defensa o resistencia, pasiva o activa. Tanto en mi obra figurativa como abstracta, la fuerza es la clave de la representación de las ideas que intento plasmar.

    -Cuerpo

    En mi obra figurativa, encuentro en el cuerpo la posibilidad de un diálogo entre mis emociones, esperanzas y temores. El cuerpo es la verdadera esencia de mí mismo.

    -Hombre

    El hombre es el vehículo para expresar la fuerza y la debilidad, el campo de batalla donde puedo hacer consciente lo inconsciente; el hombre como único ser, separado de todo lo demás. No hay un todo sin el hombre, porque el hombre es el todo; el verdadero estado del ser en lo físico, que es lo que nos da conciencia de nuestra propia existencia.

    -Abstracto

    Es la libertad, donde puedes convertir lo bello en algo no necesariamente bonito. Donde convivir con lo "roto", lo "destruido", como una forma de mirar el mundo.

    -¿Una pandemia se agarra a un lienzo como si fuese linaza?

    Las pandemias han estado, están y estarán siempre con nosotros. la verdadera pandemia que se agarra a todo es la ignorancia. A mí me ha servido para reestructurar mi vida en todos los aspectos. El mundo se paró y el mío se llenó de horas para poder trabajar y meditar sobre qué y a quién quería seguir manteniendo en mi vida.

    En lo artístico, el placer del silencio y la autoobservación de mi trabajo me ha permitido una evolución en las formas y en la manera de trabajar. La soledad es siempre necesaria a la hora de la creación y en mi caso la pandemia pegada a mi lienzo fue un tiempo para el crecimiento de mi trabajo.

    -2020 no ha sido precisamente un lienzo en blanco. ¿Le ha dejado mirar al futuro? ¿Qué ha visto?

    Un lienzo en blanco es un universo ilimitado de posibilidades donde puedes disfrutar y llenarte de ilusiones. No es algo místico donde ver el futuro. No me llevo bien con lo místico, creo que es un terreno peligroso lleno de vendedores de pócimas mágicas y grandes discursos. que construyen un mundo utópico de felicidad en base a los miedos y a la vulnerabilidad de la gente, y que llenan sus bolsillos con la desesperación.

    El arte es algo visceral, es esperanzador porque se puede ver, no es algo intangible en su esencia, se puede tocar y eso lo hace real.

    El arte está fuera del tiempo o de ver más allá de lo que tenemos delante de nuestros ojos; es un momento congelado en el tiempo, es lo único que queda de nuestro pasado y lo único que nos habla de él.