"El cumpleaños" de Consuelo Elena Sánchez Soto

Cuando piensas que ya tienes todas las respuestas, la vida te lanza preguntas nuevas. En este caso, una situación de película de ciencia ficción. Ya lo decía mi padre, que en paz descanse, la realidad es mucho más extraordinaria que la ficción, y además no estamos preparados para ella y muchas veces nos pilla desprevenidos. Y pensar que iba a planear uno de mis más memorables cumpleaños en este 2020, con crucero de lujo incluido.
Me despertó el primer mensaje del móvil antes de las ocho. Lo miré distraída sin ni siquiera acordarme del día que era. Desde entonces, me persigue por toda la casa. Le pedí que dejara de seguirme acosando. Pero ya al levantarme no me ha dejado en paz. En cada habitación me lo ha hecho recordar; menos en el baño, gracias a Dios que ahí no entra.
Por otro lado, ya me he ido diciendo a mí misma que después del año pasado, pues ya no cumpliría más. El 2019 me pareció un buen año y lo quería dejar así. Pero no, son los demás los que deciden eso por ti. Me enfrento a dos extremos: los que te lo recuerdan todo el día, por el móvil, la tablet, el "laptop" y hasta por teléfono; y los que no saben (ni nunca han sabido) que día es. Sería el colmo si recibiera ahora una tarjeta escrita a mano y enviada por correo de caracol.
Nada, el cincuenta y tantos me sigue de una habitación a otra. Pero no, no me interesa saber que ya estoy más cerca de los sesenta que de los cincuenta. La frase "cumpleaños en pandemia" suena tan mal, tan llena de soledad y aire deprimente, que me parece buena excusa ignorarlo este año.
*Gel desinfectante
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Imagen: Obra de la pintora Rosa Salinero Rojas