"Basado en hechos reales" de Virginia Cortés Monco

20.10.2020

De pronto se levanta y repite el monólogo de Blade Rune, pero a su manera, y muy teatralmente dice: he visto cosas que vosotros no creeríais. He visto arder relatos excelentes más allá de Orión. He visto brillar boñigas descomunales porque algún "illuminati" lo ha decidido. He visto escritores desesperados colgarse de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

- ¡Petra! ¡Eso no lo digas ni en broma, que nosotras ya tenemos una edad!

- ¡Hija, Olga, pareces tonta! ¿No ves que...? Bueno, no sé si lo digo de mentira o de verdad.

- No... Si yo digo lo de que ha llegado el momento de morir...

- ¡Anda ya, pava! De aquí vamos a salir las tres más fuertes que el vinagre. ¡En peores plazas hemos toreado! Yo me refiero a la escritura.

- Olga, ¿no ves que ya nadie escribe relatos basados en hechos reales? Como nuestra vida, por ejemplo, que eso si que es un relato, ¡qué digo un relato!. Eso es un poema, pero claro, eso no tiene interés.

Ahora hay que hacer cosas que necesitan una triangulación con Alfa Centauro para entenderlo y si no, fíjate en todo lo que se hizo durante el confinamiento.

Durante ese tiempo, a todo el mundo le dio por hacer pan y por escribir y por hacer cortos, en su mayoría infumables pero que han tenido una gran repercusión.

Lo digo en serio Olga y de eso tienen la culpa escritores y realizadores que fueron brillantes y se apagaron, pero aún juegan a ser dioses. Otros, sencillamente se quedaron faltuscos, pero con poder decisorio. Viven como en el cuento de "El traje nuevo del emperador" y nadie les dice nada.

Olga ve que se queda seria y le pregunta - ¿Te pasa algo?

- No, que a veces pienso...

- Pues no pienses y actúa, que con la que se nos ha venido encima es lo que nos toca, pensar nunca fue bueno -le replica Olga.

Petra se sienta de nuevo y comienza a escribir un relato, un relato que no va a interesar a nadie por lo real, por lo mundano, un relato simple, sin complejos, acerca de la vida de dos hermanas que se ríen por no llorar, acostumbradas a torear la vida y siempre al borde de la cornada.

Dos hermanas encerradas con una madre Covid positivo a la que han echado del hospital porque necesitan la cama y ella, Petra, se pregunta sin poder responderse: ¿Para quién es la cama, si no es para mi madre? ¿Para alguien más joven? ¿Quién elige y quién condena?

Bueno, aquí estamos, en la casa de Asterión, en la misma soledad en la que estaba el pobre Minotauro.

Su hermana la mira y se ríe de la cantidad de aspavientos que hace cuando escribe y se pregunta qué estará escribiendo para hacer tanto visaje y le dice:

- ¿Te das cuenta Petra que nos han echado a los leones, y fíjate la gracia que tiene el asunto que somos dos negativas muy positivas cuidando de una positiva muy negativa? Porque las cosas como son Petra... La pobre mamá ha sido siempre muy negativa, aunque ahora haya dado positivo.
Explotan las dos en una sonora carcajada.

- ¡Hay que ver Olga! Esto es todo tan surrealista que tengo la sensación de estar en un sueño del que no voy a despertar. Tengo la certeza de que esto es el destino que nos esta poniendo a prueba, pero ¿sabes qué te digo? Que todo va a salir bien.

- Ojalá tengas razón. Petra ¿De qué va el relato que estas escribiendo?

- De tonterías, cosas que le pasan a la gente corriente, héroes anónimos a los que nadie aplaude por hacer lo que deben hacer en cada momento. La historia va de dos hermanas que, teniendo una madre gravemente enferma, le piden al cielo un milagro.

- Y... ¿el cielo se lo concede?

- Sí, pero a cambio les pide un sacrificio.

- ¿Qué sacrificio les pide? ¿Cómo termina el relato?
- ¿Quieres que te lo lea?

- Me encantaría.

- Pues siéntate que empiezo.

Y Petra lee... "Basado en hechos reales".