"Amor interruptus" de María Lucas Escritora

27.10.2020

En la vida de ambos había empezado una historia, una historia fuera de lo común que les hacía felices. La historia era de amor y no se ajustaba a ningún patrón. Quizá tanto él como ella estaban fuera de tiempo y de lugar. Parecía una película de esas que todos alguna vez hemos visto y, de tan bonitas que son, nos parecen irreales porque... eso no puede suceder; pero sí, sucedió con todos los ingredientes precisos. Se amaban a escondidas deshaciéndose entre besos, palabras de amor y caricias. Los dos eran conscientes de sus obstáculos y barreras, pero les gustaba hacerles frente con el silencio. Era una relación tan oculta como prohibida pero los dos sabían conducirla a pesar de que las circunstancias de ambos difirieran. Ambos estaban casados y gozaban de una estabilidad familiar inamovible. No obstante, entre los dos existía una pasión irrefrenable que no podían parar y que se desbocaba cuando estaban juntos, aunque tuvieran que estarlo a escondidas. Ante otras personas interpretaban el papel que la vida les había asignado y que, si bien estaban unidos por un fino hilo, había entre ellos más obstáculos los que los separaban que puntos de unión, pero nada importaba ante ese amor loco e incontrolable. No había que seguir las reglas marcadas. La edad de las locuras de amor ya había pasado en los dos y no se querían atener hasta que las circunstancias les separen. No, no iba por ese cauce su relación. Los encuentros eran espaciados y, si bien en cada uno se llenaban de pasión y eran los amantes más entregados, cada uno de los encuentros tenía su fin. No había dolor hasta la próxima vez ni impaciencia en la espera. Esta llegaba siempre en el momento más inesperado hasta que..., de repente, y sin previo aviso, alguien cambió el guion y todo se modificó. De película de amor pasó a ser de ciencia ficción. La pareja de enamorados con más o menos dificultades para amarse pasaron a ser de protagonistas a unos personajes más. Ahora el protagonismo lo tenía la humanidad entera ante un virus peligroso que amenazaba la salud de todas las personas en el mundo. Nadie podía salir de sus casas. Por supuesto, tampoco aquellos enamorados de aquella película de la que ya nadie se acuerda. Ellos ni siquiera podían comunicarse porque... era un amor prohibido, pero... ¡bah...!, a quién le importa ya eso ante el peligro inminente que supone la enfermedad que traía ese virus. La película cambió de guion en apenas unos días sin consultar a nadie y solo quedaba aceptar la realidad, resignarse y esperar hasta el reencuentro de ese amor interrumpido que un virus les arrebató cambiando la película de guion...