"Alguien necesita" ayuda de Celina Vaduro

29.07.2021

No es bueno empezar cada día en este trabajo. Tomás necesita una silla de ruedas, pero ella le responde que por el momento se rechazó la cobertura. Su mamá, entre lágrimas, le jura que va a iniciar una lucha ferviente. Mientras ella recibe los infinitos reclamos de los afiliados, escucha a su compañera que no para de hablar por teléfono y repite mil veces: "Hola, llamo para ofrecerle la mejor cobertura médica a usted y a su familia. Arme su plan de salud a medida". La escucha desencadenó sus ganas de llorar y renunciar. Esa mañana laboral ya era lo suficiente para mostrar la bronca que tenía guardada. Antes de irse para siempre de ese box, decidió enviarse un mail con la base de datos. Necesitaba nombre, apellido y correo electrónico de cada uno de los afiliados que ella muy tranquilamente atendió para negarle un remedio o una prestación importante para ellos o para algún familiar, especialmente sus hijos, y figuraba en el registro electrónico como sin cobertura.

Esa jornada cumplió con todo lo que el seguro social indicó, pero se repitió a si misma que nunca más seguiría trabajando ahí para sentirse una criminal. Basta de quedarse ahí inmóvil ante tanta injusticia. Ella no se siente más que nadie, se cansó de transmitir esos mensajes. Se cansó de acotar derechos, de no responder o de hacerlo con evasivas. Desafiliar personas con enfermedades preexistentes, responder siempre con objeciones a alguien que sufre con portar una enfermedad y ya tiene suficientes lamentos. Conoce los caminos del reclamo que cada afiliado hizo. Desde su lugar de empleada nunca pudo ayudarlos, ni siquiera intentó hacer girar sus destinos. La única respuesta que dio siempre fue la negativa, hasta ese día que la angustia exploto por sus labios. Pensó que ya era hora de ponerse a disposición del mundo y no hacerse más la indiferente.

Los contacto por mail, por teléfono y los cito a todos en la puerta del seguro social.

El día convocado también citó a los medios de comunicación. Temblando se acercó a ellos con la cabeza baja en señal de miles de disculpas. Levantó la cabeza, los miró a los ojos, desplegó la bandera que ella misma preparó con la frase "NEGAR ES DISCRIMINAR", gritó con todas sus fuerzas, los conozco y los voy a ayudar. Respiró aliviada, esa mañana era distinta, así es bueno empezar el día, haciendo algo para cambiar el mundo, intentando visibilizar la realidad de tantas personas que necesitan su remedio, su tratamiento médico adecuado y todo aquello que los ayude a vivir mejor. Su único fin era ayudar, poner en palabras tantas pedidos y tantas injustas respuestas. Al estar frente a un micrófono dijo con lágrimas en los ojos "yo solo quiero reclamar sus derechos y si a vos que estás escuchando el noticiero te nace como a mí la empatía, ponla en práctica porque siempre alguien necesita ayuda".

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Imagen: Autor, CIRO MARRA